No hay nada que le agrade más a un empresario que ver aumentar sus ganancias, ¿cierto? Sin embargo, ante la situación económica actual, no parece ser algo que ocurra fácilmente.

¿Qué es lo primero que se hace frente a esta perspectiva? La lógica nos lleva por el camino de la reducción de costos: recortes de personal, reducción de viáticos, disminución de horas extras, etc. Difícilmente alguien vería la sostenibilidad como una alternativa, pero lo es.

Sostenibilidad ambiental: ¿gasto o inversión?

Cuando uno piensa en iniciativas de sostenibilidad ambiental, inmediatamente le viene a la cabeza la idea de grandes corporativos que realizan inversiones millonarias para certificarse como empresas verdes. ¡Nada que una empresa pequeña o mediana pueda hacer en tiempos de crisis!

Pero ¿qué pasaría si fuera posible incursionar en este campo sin la necesidad de una certificación internacional o de gastos millonarios y obteniendo además resultados a largo plazo?

Estrategias con los pies en la tierra

Existen muchas estrategias que pueden ser implementadas por las empresas sin importar su tamaño y cuyo costo es mínimo si no insignificante. A continuación, te sugerimos cinco de ellas que te ayudarán a implementar la sostenibilidad ambiental en tu empresa y empezar a ver resultados casi inmediatos:

Optimiza tus recursos. No nos damos cuenta, pero el desperdicio en las empresas no sólo es excesivo y costoso, sino muchas veces también contaminante: el uso de utensilios desechables para el café, la operación de los aires acondicionados a 18ºC, la falta de planeación en las diligencias, el uso indiscriminado de la electricidad, son sólo algunas de las “fugas de capital” que perdemos de vista.

Implementar políticas internas que nos permitan brindar un acceso controlado y uso eficiente de los recursos se traducirá en un ahorro de hasta el 60% de los gastos operativos.

Iniciativas internas. Tu personal tiene mucho que aportar cuando los escuchas, y aún más cuando los motivas. Mucha gente hoy en día está interesada, si no comprometida, con el cuidado del ambiente, y sólo necesitan una oportunidad para llevar acciones fuera de casa y deleitarse con los resultados.

El gigante del internet, Google, lanzó una iniciativa entre sus empleados para que hicieran propuestas sobre acciones amigables con el ambiente que pudieran ser implementadas dentro de la empresa. Uno de sus empleados sugirió el uso de bicicletas para desplazarse dentro del campus en vez de automóviles y la iniciativa fue bien recibida por muchos de sus compañeros de trabajo.

Hoy en día, Google tiene a disposición de sus empleados no sólo un lote de bicicletas con un diseño característico y exclusivo de la empresa, sino que ha extendido su programa más allá de los muros del campus y las bicis, implementando un sistema de transporte colectivo para sus empleados, en cuyas unidades los empleados cuentan con mesas y conexiones para sus computadoras, lo cual les permite trabajar durante el traslado, traduciéndose así en menos retrasos y ausentismos, reducción del estrés y mayor productividad… y todo por una sugerencia de uno de sus empleados!

Implementación de procesos “verdes”. Muchas de las actividades que se llevan a cabo en las empresas pueden ser transformadas en procesos verdes, es decir, amigables con el ambiente.

Por ejemplo, la separación de la basura generada más allá de las categorías obligatorias de “orgánica” e “inorgánica”, y el reciclaje de las mismas.

Entre los desechos separados en categorías, como el metal, PET o vidrio, aquello que no se pueda reciclar dentro de la empresa se puede donar o incluso vender.

El cartón y el papel pueden ser donados a ONG que se encargarán de convertirlos en nuevas libretas, portalápices o incluso macetas con los cuales recaudarán fondos para sus actividades.

Compensación de emisiones. El cálculo de las emisiones de gases de carbono producidas por una empresa es la base de la huella ecológica y nos servirá como un indicativo de eficiencia ecológica. Mientras mayor sea el consumo de energía eléctrica, por ejemplo, mayor será la cantidad de emisiones producidas por la empresa, y mientras más se reduzcan dichas emisiones, mayor será en ahorro. Pero ¿qué pasa con las emisiones que no podemos reducir? Las compensamos.

Los grandes corporativos adquieren bonos de carbono, pero para los pequeños, organizar una campaña de reforestación en la que participen sus empleados y sus familias no sólo es una buena iniciativa que fortalece la cultura empresarial, sino que puede ser muy llamativa mediáticamente y cuesta menos que la publicidad y promoción pagadas a las agencias.

Implementaciones amigables con el ambiente. Aunque en la mayoría de los casos esta estrategia requiere de una inversión, el retorno de la misma está asegurado. Hoy en día se pueden hacer cambios en las instalaciones de trabajo que optimizan el consumo energético: instalación de paneles solares o turbinas eólicas, control automatizado de la temperatura y la iluminación, sensores de movimiento para la apertura y cierre automáticos de las puertas, entre otros.

Si bien algunas de estas opciones son fáciles de instalar y pueden ser controladas a través de aplicaciones en nuestros teléfonos inteligentes, otras requieren modificaciones o inversiones más sustanciales, pero en ambos casos la inversión valdrá la pena.

De poco en mucho

Lo conveniente siempre que se incursiona en un campo nuevo, y la sostenibilidad ambiental empresarial no es la excepción, es empezar por lo sencillo para aprender y experimentar y pasar a lo complejo conforme se vayan presentando los resultados… porque se presentarán, y a mayor constancia, mayor progreso.

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Consultora ambiental internacional, prestando sus servicios en sostenibilidad ambiental, formación de personal y mitigación de impactos ambientales a distintas instituciones académicas, públicas y privadas de México, Costa Rica, Taiwán, Estados Unidos, Francia, Noruega y Gabón, entre otros. Licenciada en biología, con maestría en biología marina, especializada en ecología.