Otro año ha terminado mucho nos preguntaremos lo que realizamos, lo que quedó pendiente y que dejamos de hacer. Nos vienen a la mente aquellas promesas de navidad, aquellas promesas que nos propusimos durante ese primer minuto del nuevo año.

Mucho tiempo pasó y nos dimos cuenta que de todas aquellas palabras, pocas pasaron a la acción. Tal vez nos dejamos llevar por el momento, o porque es una tradición, o porque todos lo hacen, incluso por costumbre es que decimos y decimos y al final nada sucede. Pero cabe mencionar que quienes resultan más afectados somos nosotros mismo, pues al final, nos daremos cuenta que no vamos por buen camino, que nos estancamos sin poder avanzar.

Es por eso que te mencionare algunas recomendaciones que te ayudaran a pasar de las palabras a la acciones. Y como siempre digo, esto al final dependerá de cada persona que decidirá como armar su plan para este nuevo año. Tal vez habrás escuchado estos consejos, y si lo has hecho… ¿Por qué no lo has aplicado?…no está de más recordarlo.

12 campanadas, 12 deseos. Cuando comienza a correr la cuenta regresiva nos preparamos para pedir nuestros doce deseos. Y ya sea que en verdad pidamos algo o no, es buen momento para que por lo menos varios de ellos sean serios y podamos cumplir. Tal vez decidas continuar con algún proyecto que no lograste concretar el año anterior o querrás ponerte nuevas metas. Siempre y cuando sea un verdadero compromiso con nosotros mismos.

Se organizado. Las metas y proyectos que decidamos cumplir dependerán del tiempo que nos lleve cumplir. Ya sea que algunas sean a corto plazo y otras a largo plazo, crear un plan nos ayudara a organizarnos mejor para saber por dónde comenzar, hasta donde llegar y de qué manera terminar. Si hacemos todo sin antes tener un idea y organización jamás sabremos si lograremos terminar o por lo menos si avanzamos.

Trabaja por objetivos. Como lo mencione antes la organización y planeación es parte fundamental. Ahora viene los objetivos, si decides trabajar ciertas cosas por periodos de tiempo será la mejor manera de saber cuánto avanzas y de que realmente estas cumpliendo tus metas.

Al final, mi estimado lector, es tú quien decidirá si quiere cumplir esas metas, deseos o propósito que te planteaste a inicios del primer minuto del año y no caer en un cliché de excusas que evitaron cumplir lo que prometiste. La experiencia de años anteriores y de otras personas servirá de ejemplo para no caer en los mismos errores. Si decidiste hacer ejercicio, porque esperar hasta el otro año, comienza ahora. Recuerda que hay más tiempo que vida y lo que hoy no hiciste, mañana alguien más lo hará y es entonces cuando habrás deseado por lo menos haberlo intentado. La suerte es espontánea y aparece cuando menos la esperas así que aprovéchala cuanto se presente, pero el éxito es a base de trabajo duro y es la que mejor se disfruta.

Compartir
Artículo anterior¿A qué le tengo miedo?
Lic. Ciencias y Técnicas de la Comunicación con Profesional Asociado en Producción de Medios audiovisuales. Actualmente desempeñándose con éxito en González Ponce Consultores SC.