Actualmente con el tipo de vida que llevamos, padres de familia estudiando, desarrollándose profesionalmente, nos queda poco tiempo para convivir con los niños y probablemente poca paciencia para jugar con ellos, es más fácil entretenerlos con algún dispositivo.
En lo personal no estoy en contra de eso, siempre y cuando esté controlado, supervisado y no sustituya la convivencia con los padres.
Estamos en una nueva época, los niños vienen con un “chip integrado” nosotros como Papás también tenemos que evolucionar, adaptarnos a los cambios y aprender a vivir en esta nueva era.
No podemos educar de la misma manera que nos educaron, porque ese mundo No existe.
Lo que tenemos que fomentar y cuidar que no se pierda, es la imaginación de los niños y divertirnos nosotros también.
Les quiero compartir lo siguiente:
Mi hija Renata de 2 años 10 meses (mi única hija y la penúltima de 4 hijos) me trae loca de amor no me gusta verla llorar y mucho menos aunque es inevitable verla enfermita.
El caso es que siempre eh batallado con ella para darle medicinas y sobre lavarle la nariz con agua salina se retuerce increíble para zafarse de mis brazos acompañada con pataletas, gritos, llanto… y 3 veces al día.
Nos fuimos unos días a Cancún le tocó ver peces en la orilla del mar, cantamos lindo pececito, le explique porqué viven ahí, que no tiene que tenerles miedo que están para ser amigos y todo el choro mareador que se me ocurrió.
Llego la noche y la hora de volver a lavarle la nariz para que no se le tape y duerma tranquila, al ver que agarro el agua salina, comienzan los gritos pataletas y en ese momento el delfín que tiene la botella me da una de las mejores ideas que he tenido.
Yo comencé a platicarle con una voz tranquila para que ella comience a escuchar, que así como vimos el pez esa tarde que quería jugar con ella.
“El delfín que vive en el mar (señalando el logo de la botella) puso un poco de agua donde él vive, para que le lave su naricita y pueda respirar bien.”
“El delfín solo quiere ser su amigo, la quiere ver bien, que duerma sin levantarse por las noches llorando, que le va a seguir prestando el agua donde vive hasta que ella ya no la necesite.”
Todo esto fue con los tonos de voz y actuaciones necesarias para que la historia tenga credibilidad. Y desde esa noche no ha habido un llanto más ni rabietas.
La imaginación no es únicamente de los niños, como Papás tenemos que volver hacer niños, dejar volar nuestra imaginación y volvernos actores, cantantes y todo lo necesario para crear empatía con nuestros hijos, poder lograr cosas con ellos y para ellos.
