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Gustavo Reyes Asid – Engordando la Vaca http://engordandolavaca.com Just another WordPress site Mon, 22 Jan 2018 14:07:14 +0000 es-MX hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.25 ¿A qué le tengo miedo? http://engordandolavaca.com/a-le-tengo-miedo/ Mon, 15 Jan 2018 13:54:01 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1266 “Everything you’ve ever wanted is on the other side of fear.”  George Addair (Todo lo que siempre has querido está al otro lado del miedo). ¡Zas!, de las muchas frases sobre el tema, esta es de las mejores. Cuando empecé este artículo no me imaginé que el tema fuera con complejo y amplio, o sea, […]

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“Everything you’ve ever wanted is on the other side of fear.” 

George Addair

(Todo lo que siempre has querido está al otro lado del miedo).

¡Zas!, de las muchas frases sobre el tema, esta es de las mejores. Cuando empecé este artículo no me imaginé que el tema fuera con complejo y amplio, o sea, todo el tiempo te andan diciendo que enfrentes tus miedos, que tienes que vencerlos para triunfar y yo mismo ando pregonando que tus miedos son el camino. Pero a todo esto ¿qué es el miedo?, bueno, de eso lo que quiero platicar hoy, y claro, es sólo mi opinión, no soy psicólogo o miedólogo pero sí sé esto: todos los tenemos y según las circunstancias, te liberan o te encadenan. Deja te cuento cómo me surgió esta inquietud.

De mis tres hijos, la menor, de cuatro años, me ha hecho vivir la paternidad de una manera muy particular porque ha sido muy diferente criar un hijo en los cuarentas que en los veintes y treintas, primero porque decidí pasar más tiempo con ella y mi esposa, y segundo porque ya sé lo que viene, entonces mi paciencia ha crecido proporcionalmente al gozo. Verla tan chiquita, creciendo y llena de energía, con la mente, el corazón y el alma llenándose de lo que vive cada día me hace sentir una gran ternura por lo dependiente que es de su mamá, de sus hermanos y de mí. El punto es este: cuando nacemos, nuestra mente, emociones y espíritu están en blanco, bueno casi, algo recibimos en los genes y quizá también desde el vientre de nuestra madre, pero lo bueno empieza en el nacimiento. Los expertos dicen que los primeros años de vida son los que nos forman como personas y será precisamente porque, por decirlo de una manera, nuestro disco duro se está llenando, todo es nuevo y (aquí viene algo muy importante) lo primero que almacenamos tiene la preferencia como moldeador de nuestro carácter. También dicen que, entre más viejos, más reacios a desaprender, reaprender o aprender nos volvemos. Digamos que el espacio en disco escasea y reprogramarnos cuesta más trabajo que empezar desde cero. Todo esto lo pienso mientras veo a mi hija todos los días y me asombra la manera de cómo nuestros miedos van entrando en nuestra vida.

La lista es larga de veras y muy variada, hay miedos y fobias para todo lo que se te ocurra y hasta para lo que no, y a mí, como emprendedor, me llaman mucho la atención porque nos impiden desarrollar nuestro potencial. A esto quiero llegar: tú no eras así, de verdad, hubo un tiempo en el que todo era posible, no había limites porque nadie te había dicho que existían, fuiste creciendo y adaptándote al entorno, por las buenas o las malas, aprendiste o te enseñaron cualquier cantidad de normas, clichés, paradigmas, que, en el mejor de los casos, eran “por tu propio bien”, pero…, empiezan a surgir los “peros”.

No te enojes, no es tu culpa, todo te lo inculcaron (con o sin intención) y hoy eres el resultado, la cuestión es que ya te diste cuenta y ahora te toca a ti “resetearte”. Lo primero que tienes que hacer es conocer tus miedos, imagínalos como personitas que viven dentro de ti y que de vez en vez toman el control. Recuerda ese momento en que estás a punto de perder el mando, como cuando alguien te cierra el paso e invade tu carril o cuando por unos segundos dudas entre sacar tu celular para entrar al “face” o hacerle plática a tu vecino en la cola o empiezas a sudar frío momentos antes de la presentación de tu proyecto o estás a punto de romper tu dieta por enésima vez, piensa que no eres tú sino alguien más que te está amargando el día. Este paso es crucial, conocer tus temores e identificar ese momento clave en que te quieren dominar. Reconocerlos te permitirá pasar al siguiente nivel: aceptarlos.

Esto es todo un reto, pero muy necesario porque la aceptación es parte de la cura. Ni modos, ya eres un neuras o un procastinador o un antisocial, acéptalo como parte de ti, pero no de tu esencia, tú en el origen eres todo amable, enfocado y carismático nada más que dejaste entrar estos entes y les cediste la dirección. Yo los llamo “demonios”, unos seres pispiretos y traviesos que juegan con mis pensamientos y mis emociones cuando se les da la gana y me agarran de bajada. Ya sé que nunca se van a ir y tengo que aprender a vivir y negociar con ellos, todo para que pueda recuperar el mando. Es como cuando te dicen que nunca de los nuncas hables cuando estás enca…britado, más bien cierras la boca, cuentas hasta cinco, respiras hondo y dices solemnemente que compartirás tu opinión cuando estés calmado.

Para mí, es un poco irónico porque el objetivo es lograr que regreses a ese estado original de recién nacido, deshacer esos nudos mentales o emocionales para rediseñarte, convertirte en tu persona ideal y vivir la vida que deseas. Se dice fácil yo sé, pero es vital no culparte, de verdad, pasa la hoja, perdona a quien tengas que perdonar y empieza a trabajar en ti. Un día (y un perdón) a la vez como dicen los AA.

No estoy seguro de si todo lo que quiero esté detrás de mis miedos, pero lo que si he aprendido es a seguirlos, como una luz lejana a la que tengo que llegar. Por ejemplo, dos de mis miedos más fuertes son el conformismo y la obsolescencia. El primero es como no salir de la banca, o sea, quedarme de observador en la vida y no entrar a la cancha a jugar (¡y más en estos tiempos de tanta distracción!); quedarme en la comodidad y calidez de mi silla mientras el tiempo pasa, ¡qué miedo!, entonces ya lo sé y cada vez que me siento así me levanto y pido mi cambio para entrarle y tratar de meter algunos goles, o sea, hay que tomar la iniciativa y moverse. El segundo es convertirme en un inútil prescindible rebasado por la vida…, yo sé que lo único constante es el cambio y si me descuido (mientras me hago viejo) puedo bajar la intensidad y perder vivacidad; entonces, me prendo de nuevo, intento cosas nuevas, presto atención a los jóvenes, aprovecho mi veteranía para adaptarme y buscar aportar algo valioso a la vida de los demás.

Hoy, mis miedos delimitan mi zona de confort y está bien, no quiero ir por todos, con algunos no tengo problemas, pero hay otros canijos demonios que si quiero (necesito) reconocer, aceptar y controlar. No sé qué hay detrás de ellos, mi primer interés es regresar a ese estado de pureza que, como mi pequeña hija, tenía al empezar a vivir. Quiero pensar que eso le dará claridad y sentido a mi vida.

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Los malditos y benditos paradigmas http://engordandolavaca.com/los-malditos-benditos-paradigmas/ Mon, 11 Dec 2017 13:28:02 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1252 Según la RAE, la definición es: “Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento.” En otras palabras, todo lo establecido, por ejemplo: los semáforos (código de color), el matrimonio, los sistemas (educativo, fiscal, bancario), las religiones, […]

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Según la RAE, la definición es: “Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento.” En otras palabras, todo lo establecido, por ejemplo: los semáforos (código de color), el matrimonio, los sistemas (educativo, fiscal, bancario), las religiones, el dinero, el malinchismo, la propiedad privada, los hombres no lloran, Colón descubrió América, Hitler es el malo, la teoría de Darwin, el que no transa no avanza, Jesús era blanco y barbudo, niños azul y niñas rosa, vales lo que debes, el racismo, la carne de puerco es mala…, la lista es interminable y muy variada, sin embargo, en este amplio espectro, tenemos en un extremo cosas tan triviales como no trabajar en domingo (usos y costumbres) y en el otro, otras como el uso del cinturón de seguridad en un automóvil (leyes y reglamentos), con esto queda claro que los paradigmas son necesarios porque pretenden darle orden a nuestras vidas, sin ellos, probablemente viviríamos en el caos total y por eso los aceptamos sin cuestionar, casi todos.

La contraparte de un paradigma es un disruptor, en otras palabras, para cada Blockbuster hay un Netflix. Esta es la parte que me interesa como emprendedor porque es muy emocionante y divertido estudiar o presenciar los momentos mágicos en los que se gestan estos cambios en la historia, que de mágicos tienen poco porque siempre ocurren por una razón y de forma gradual, nada más que no los vemos hasta que los tenemos encima. Últimamente se le ha hecho mucha difusión a este tema motivando a las personas para que emprendan y adopten modelos de innovación en sus proyectos, pero no está fácil la cosa si de veras quieres innovar o, más aún, si quieres romperla todita con conceptos disruptores y ser el siguiente iPod de la historia.

Siendo yo un entusiasta estudioso del tema y en mi continua búsqueda de respuestas me encontré una verdadera joya, un libro que bien podría ser “El Libro” de la innovación porque expone un esquema y una metodología precisa, clara y sencilla para lograrlo. Como siempre, la teoría es lo fácil, pero en este caso es el resultado de muchos años de estudio, casos probados de éxito y de una premisa simple pero efectiva. El libro en cuestión se llama “Diez formas de innovar” de Larry Keeley. Me lo encontré buscando imágenes sobre el tema y tratando de encontrar una guía para aplicar en mi empresa. Me llamó la atención de inmediato porque las mencionadas diez formas estaban repartidas en tres grupos: Configuración (Modelo de ganancias, Red, Estructura y Procesos), Oferta (Desempeño del producto y Sistemas del producto) y Experiencia (Servicio, Canales, Marca y Compromiso del cliente).

Lo que me atrapó fue que estos diez puntos abarcan todos los aspectos de una empresa y que puedes trabajar en una o más simultáneamente, empezando por la que tú creas más conveniente o de rápido resultado o más disruptora o más cercana a tus fortalezas. Cosa que confirmarás al comparar este modelo con otras empresas exitosas como Uber, Netflix, Facebook, Apple, Amazon u otras viejitas como Ford y su línea de montaje o Gutenberg y su imprenta. Todas sin excepción son innovadoras en, al menos, alguna de las diez. Eso me gustó porque me dio una sensación de control que podría guiarme en mi camino creativo.

Ahora bien, otra constante en este tema es la belleza del caos. Será tema de otra charla, pero lo menciono porque por más control que queramos o pensemos tener, el poder de lo impredecible es muy grande y misterioso. Quizá la única constante en todos los personajes disruptores que podamos mencionar es su mente abierta que los mantiene atentos para captar esos momentos de inspiración, de magia o de genialidad que les muestran una oportunidad. Son personas rebeldes, audaces, libres, que ponen en duda todo el tiempo; para ellos y ellas no hay límites. Son los que dicen que las reglas fueran hechas para romperse. Lo bonito es que detrás de cada uno siempre hay una historia, medio envuelta en leyenda pero que nos enseña que cualquiera puede cambiar el mundo. Así, en 1997, Reed Hastings se atrasó en la devolución de una película que había rentado en Blockbuster, pagó una multota, no le gustó y se imaginó una alternativa que hoy en día es Netflix. En 2008, Travis Kalanick y Garrett Camp tuvieron problemas para conseguir un taxi y se les ocurrió una idea muy sencilla, tocar un botón para llamar a un auto, y así hoy existe Uber. En todo el planeta y en cualquier campo podemos encontrar personas que crearon algo a partir de sus inconformidades. Los mercadólogos le llaman “anticipar necesidades” pero me parece algo presuntuoso, más bien la oportunidad te encuentra a ti y pasa por tu mente cuando te preguntas: “¿Qué pasaría si…?”

Regresando al libro y pensando en los que queremos ser innovadores profesionales (si es que existe el término), me gustó pensar que todo es un juego con tres tableros y diez fichas para mover, siendo el objetivo subirlas de nivel (innovar) para lograr en conjunto, una combinación (empresa) ganadora. Esta analogía de un juego me gusta también porque las empresas dominantes en el mercado así actúan, o sea, son exitosas porque crearon sus propios juegos y cuando alguien quiere entrar a competir, lleva las de perder porque se tiene que adaptar a sus reglas. De ahí que, si quieres un mejor panorama, mejor salte de su cuadrilátero, evita a los pesos pesados y crea tu propio juego.

Entonces ya lo sabes, los paradigmas no son ni buenos ni malos, los necesitamos para organizarnos, como parámetro para infinidad de cosas y, digo yo, como señales hacia dónde dirigir nuestra energía disruptora. Cada vez que alguien te diga que algo se hace de una manera porque siempre se ha hecho así o que te sientas encajonado, agobiado o harto de algo, es momento de ponerse creativo y buscar alternativas. Soy de los que piensa que siempre hay una mejor manera de hacer las cosas y de los que les encanta tambalear paradigmas.

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La venta perfecta http://engordandolavaca.com/la-venta-perfecta/ Mon, 20 Nov 2017 14:12:45 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1237 El tema de las ventas me apasiona, pero es amor apache porque empecé de vendedor por pura necesidad, con mucho miedo, ignorancia y renegándolas como un mal necesario. Hoy la cosa es un poco distinta, las veo como un reto, de los fuertes, ubicado al borde de mi zona de confort porque me forzan a […]

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El tema de las ventas me apasiona, pero es amor apache porque empecé de vendedor por pura necesidad, con mucho miedo, ignorancia y renegándolas como un mal necesario. Hoy la cosa es un poco distinta, las veo como un reto, de los fuertes, ubicado al borde de mi zona de confort porque me forzan a sacar lo mejor de mí y controlar lo peor. Estoy seguro que tú, como yo, siempre estás en búsqueda de la venta perfecta, pero como ya hay un montón de artículos y libros al respecto, para explicarte mi versión te lo voy plantear al revés, en el peor escenario, uno muy lejano a la venta ideal: eres vendedor de máquinas de escribir. ¿Lo puedes imaginar?, en pleno 2017 quieres vender un producto obsoleto desde hace más de 30 años. Está bien, todavía hay algunos románticos que la conservan al igual que su tocadiscos y su cámara de negativos, pero nada comparado a aquellas épocas previas a la computadora personal.

Para los muy jóvenes que nunca usaron una, pregúntenle a los veteranos o vean videos para que traten de darse una idea, pero una máquina de escribir es como tu computadora actual, sólo quítale la pantalla, el programa editor de texto, ponle papel en un rodillo, que si te equivocas tienes que volver a escribir toda la hoja, usa sólo un tipo de letra y tamaño, dos colores, no guarda tu texto en un disco ni lo puedes editar, no tiene WiFi, ni “mouse”, ni música, ni Wikipedia, necesitas tener cinta de tinta de repuesto y muchas hojas en blanco, además de hojas de papel carbón por si necesitas varias copias porque no existían las fotocopiadoras…, fuera de eso es igualita.

Sin importar lo que quieras o necesites vender hay cosas que, afortunadamente, nunca cambian y dos de ellas son la oferta y la demanda, siendo la primera el producto y la segunda una necesidad. Desde el principio de los tiempos estos dos conceptos van juntos para todos lados y si quieres saber la respuesta a la pregunta de cuál es la venta perfecta, te lo digo de una vez: aquella donde la oferta (producto) embona perfecto con la demanda (necesidad).

Hace 50 años una máquina de escribir lograba esto, hoy evidentemente no, las necesidades han evolucionado y la mayoría de gente quiere algo mucho más que sólo plasmar sus ideas en un papel. Esto es vital porque son cuatro los pilares que sostienen a un vendedor exitoso y el primero de ellos es, precisamente, una oferta fascinante en forma, tiempo y lugar, y con esto quiero decir que sea exquisita, que la gente la adore (clientes, empleados, medios, socios) y que responda a una necesidad de un grupo de personas (dudas al respecto, lee mi artículo “No lo hagas por dinero”).

El segundo pilar es el conocimiento, de tu producto primero y del mercado después, porque pocas cosas espantan y desaniman tanto a un cliente como un vendedor ignorante, debes conocer tu producto a la perfección (FODA incluido), ser usuario del mismo para poder compartir e inspirar la experiencia; y también, estar más que atentos a la evolución del mercado porque ahí están, entre otras cosas, las nuevas oportunidades de negocios.

El tercer pilar debe ser consecuencia del segundo: creer en tu producto; lo conoces tan bien que lo adoras, lo disfrutas y lo recomiendas, y eso se contagia como un virus; te prometo que esto te dará la seguridad para ayudarle a tu prospecto a que te compre, o no, porque también se vale aceptar los límites de tu oferta y ayudarles a las personas a que obtengan lo que buscan, aunque no sea contigo.

El último pilar es el hambre, al principio en el estómago (así iniciamos muchos) y luego de superarte a ti mismo (¿dudas?, léanme en “El hambre es canija”); un vendedor hambriento nunca deja de prospectar, de buscar nuevas oportunidades para hacer feliz a su cliente, y de crecer como persona y profesional.

Que todo esto quede listo es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Hay infinidad de empresas que batallan con sus ventas e invierten fuertes recursos en capacitación o publicidad, pero no resuelven todo lo anterior primero. No es tu caso, estoy seguro, así que pasemos a lo siguiente: el proceso de venta. Una acotación previa, por mi experiencia, me voy a enfocar en el vendedor de campo (el que va en busca de su cliente), porque hay de otros tipos, como el de mostrador, de reparto o por internet, que llevan a cabo procesos un poco diferentes debido a la circunstancia de la venta, aunque seguro comparten algunos conceptos.

Prospección.

No quieras venderle tu producto a todo el mundo, sólo a una parte, a los que lo necesiten o les guste o ya lo compren o te recomienden. Así que, con base en esto harás una lista de prospectos, es decir, de personas o empresas con altas probabilidades de convertirlos en tus clientes. Recuerda: que la oferta embone perfecto con la demanda.

Contacto.

Aquí se empieza a poner buena la cosa y es donde la mayoría se echa para atrás porque termina la teoría y empieza la práctica. Llegó el momento de hablar, escribir o visitar a los prospectos, pero no te angusties, el objetivo es concretar una reunión, no vender. Esto te debe relajar (espero) para que te concentres en obtenerla y nada más.

Reunión.

Contrario a lo que hace la mayoría, aquí se trata más de escuchar que de hablar. El objetivo aquí es identificar las necesidades, quejas, frustraciones, sugerencias, ilusiones y peticiones del prospecto para visualizar las posibles propuestas de solución que tú le puedes dar. No necesariamente cerrarás la venta e incluso te debe servir para identificar terreno estéril, es decir, a quien de plano no quiere o no le interesa ser tu cliente. Aquí es muy importante la honestidad porque lo que buscas es ganarte la confianza de tu prospecto. Recuérdalo muy bien: la confianza es la base de cualquier negociación exitosa.

Propuesta.

Con toda la información recabada en la reunión preparas tu propuesta y se la planteas a tu prospecto. Todo debería ser miel sobre hojuelas porque si no tienes algo interesante que ofrecer (para ambas partes) ni siquiera deberías estar ahí. En esta segunda reunión el objetivo es un pre cierre de venta porque quizá tengas que hacer algunos ajustes o tu prospecto deba consultar con otras personas. Puede haber tantas reuniones como sean necesarias, ten paciencia.

Seguimiento.

Los expertos lo dicen todo el tiempo: la clave está en el seguimiento. Y sí, tienen razón, muchas veces el prospecto no te resuelve pronto porque tiene muchas otras cosas en la cabeza. Si de veras está interesado hasta te va a agradecer que le des seguimiento a tu propuesta, otra vez, mucha paciencia y empatía también.

Cierre.

Ya no hay dudas, ambas partes son felices y están conformes, se establecen fechas de pago y de entrega, se intercambian datos legales y fiscales para las facturas, contratos o convenios y empieza a delinear el cronograma (tareas, tiempos y responsables). Quizá pienses que es el clímax del proceso, está bien, festeja cinco minutos y prepárate, porque ahora te toca cumplir todo lo que prometiste.

Retroalimentación.

Una vez concluido el servicio (producción, entrega, etc.) debes mantenerte en contacto con tu ahora cliente para verificar que se hayan cumplido las expectativas. Suponiendo que así haya sido, tu objetivo ahora será repetir la experiencia y ampliar la compra de tu cliente en cantidad, frecuencia o calidad.

Recomendación.

Es unánime: la publicidad de boca en boca es la mejor. Si tu cliente quedó satisfecho y contento seguramente lo compartirá en su círculo personal, pero mi consejo es que vayas un poco más lejos e implementes acciones que motiven su recomendación y trates de tener el control de esto al ampliar tu lista de prospectos con base en los recomendados de tus clientes.

Ahora bien, puede ser que llegue alguien desesperado por comprarte y te brinques todo anterior porque antes de entrar a tu tienda ya quería ser tu cliente. Son los mal llamados “golpes de suerte”, porque sí ocurren de vez en cuando, pero de nada te sirven si no estás preparado y, por supuesto, no puedes basar tu estrategia comercial en ellos, tienes que ir a buscar la venta y si en camino te los encuentras qué bueno. Enfócate en esto: los cuatro pilares son la base de cualquier vendedor exitoso y el proceso de venta es una herramienta muy poderosa que te pueden ayudar a vender cualquier cosa, idea o persona.

¿Y la máquina de escribir?, bueno, si captaste la idea te darás cuenta de que sí la podrías vender. Sería muy retador y divertido armar una estrategia comercial con base en los beneficios que todavía ofrece: “no se distraiga, imite a los grandes, es ecológica, ahorra luz, lo retro está de moda, concéntrese en su idea”. Pero usar un ejemplo de algo tan arcaico sirve también para ilustrar ese momento en que los resultados no llegan a pesar de todo, es muy probable que tu oferta sea tan obsoleta que a nadie le interese y que estés muy lejos de la venta perfecta. Será momento de reflexionar profundamente y tomar decisiones, la ventaja que tendrás es que los productos caducan, pero no los buenos vendedores.

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Sin ventas no hay negocio http://engordandolavaca.com/sin-ventas-no-negocio/ Mon, 02 Oct 2017 12:14:31 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1195 El vendedor es como el portero en la cascarita, sin él no hay equipo o al menos garantiza una goliza monumental. En ventas ocurre algo parecido, nadie quiere ser vendedor, o casi nadie, y el o la valiente que levanta la mano se convierte en la base del negocio. Es tan simple que, cuando alguien […]

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El vendedor es como el portero en la cascarita, sin él no hay equipo o al menos garantiza una goliza monumental. En ventas ocurre algo parecido, nadie quiere ser vendedor, o casi nadie, y el o la valiente que levanta la mano se convierte en la base del negocio. Es tan simple que, cuando alguien armaba su equipo, al primero que elegía era al portero, después de esto lo demás era lo de menos.

Esta analogía se me ocurrió después de una reunión con amigos empresarios en la que se menospreció con muchas ganas el papel del vendedor e incluso se dijo que era completamente inútil y prescindible. Obviamente no estoy de acuerdo, pero entiendo esa percepción que se tiene, que es básicamente la de un charlatán que hace y dice lo que sea con tal de llevarse tu dinero. Porque sí los hay por todos lados y han manchado este gran oficio. También comprendo que cada giro y etapa en un proyecto empresarial tiene diferentes necesidades en lo que a ventas se refiere, hay algunos que los necesitan más o que en ciertas circunstancias son indispensables para el éxito del mismo.

A mí me gusta ver al vendedor como parte de un kit de herramientas que sirve para vincular la oferta del proyecto con la demanda del usuario, en algunas ocasiones su desempeño es más evidente y en otras no, y claro, su labor se facilita mucho cuando toda la empresa está estructurada hacia la satisfacción del cliente o prospecto. El verdadero vendedor entiende perfectamente que todo y todos venden, que una empresa rentable y exitosa es un trabajo en equipo y que hay que llegar a un punto tal que sea tan buena que, aparentemente, se venda sola. Cuando se alcanza ese nivel es cuando pensamos que podemos prescindir de él, tal vez, pero nunca se podrá renunciar a la esencia, es decir, a que todos pensemos como vendedores, pero es difícil hacerlo si no hay alguien en contacto directo con los clientes o prospectos, escuchándolos, viendo sus problemas, recibiendo sus quejas y sugerencias, tomando nota de sus frustraciones y alegrías. Esta información vale oro y en muchas ocasiones esa sola labor justifica plenamente al vendedor en el equipo.

Mi experiencia es que sin ventas no hay negocio. Lo primero que pregunto cuando alguien me expone su idea es: “¿quién te lo va a comprar y por qué?”, si la respuesta es vaga o débil no habrá negocio, seguro que no. Para mí ya es obvio: las respuestas a todas las preguntas las encontrarás en la calle y la persona que debe estar ahí es el vendedor; puede que al principio seas tú (el autor de la idea), es más, deberías serlo; hay que unir los cabos sueltos, ver lo que otros no y hacer que la oferta de la empresa encaje perfecto con la demanda del mercado. Los vendedores profesionales hacen que esto suceda y por eso, lo mejor es tener a alguien así a tu lado o, mejor aún, convertirse en uno.

En fin, el vendedor es un incomprendido del que te acuerdas cuando tienes problemas y que desprecias cuando todo marcha de maravilla…, como el portero en la cáscara.

(Un abrazo grande, fuerte y solidario a todos los que en estos momentos están sufriendo las consecuencias de los embates de la madre naturaleza…, desde las islas del Caribe, Florida y por supuesto mi México lindo y querido).

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Quiero un negocio milagro http://engordandolavaca.com/quiero-un-negocio-milagro/ Wed, 06 Sep 2017 12:00:15 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1169 Uno que me haga millonario rápidamente, en el que no tenga que vender nada y que le dedique dos horas diarias cuando mucho (y de lunes a jueves), con horario libre y sin jefes, que la inversión sea mínima o de preferencia nula, que crezca y expanda solito y me garantice ingresos constantes para retirarme […]

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Uno que me haga millonario rápidamente, en el que no tenga que vender nada y que le dedique dos horas diarias cuando mucho (y de lunes a jueves), con horario libre y sin jefes, que la inversión sea mínima o de preferencia nula, que crezca y expanda solito y me garantice ingresos constantes para retirarme y no volver a trabajar nunca más…, ¿se te antoja?, a mí también.

Esta idea surgió hace unas semanas cuando un muy querido amigo me platicó que había entrado a un negocio multinivel y que era tan bueno que incluso estaba pensando en dejar su empleo actual para dedicarse de lleno a él. Bueno, ¿qué les puedo decir?, dejé de prestar atención después de las sílabas “mul-ti…” y me cayeron de sopetón los cuatro años que mi esposa y yo estuvimos en un negocio igual, uno que empieza con “A” y termina con “y”. Cuándo le pedí que me explicara las razones, la pesadilla continuó porque fueron las mismas que yo decía ¡hace 25 años!, o sea, “el producto es buenísimo, único”, “no se trata de vender”, “la inversión es mínima”, “puedes ganar miles de pesos en pocos meses”, “tú manejas tu horario”, “lo haces en tu tiempo libre”, “no tienes que comprar si no quieres” y -la mejor de todas- “esto si me dará libertad financiera”. Me dejó mudo.

No tengo nada en contra de las empresas que manejan este modelo de negocio, todas son buenas (más o menos) y es válido que hayan elegido este formato porque tiene muchas ventajas (principalmente para ellas) y le ofrece a la gente lo que quiere (ilusiones). Mi problema es lo que en mis tiempos llamaban “el sistema”, que nada tiene que ver con la empresa que fabrica y distribuye los productos, sino con la creación de las redes de mercadeo, o sea, con las personas que invitan a personas que invitan a otras personas y que invitan a más personas. Para que esta dinámica social-comercial funcione se requiere de una serie de herramientas que buscan básicamente dos cosas: motivación y disciplina. Ambas excelentes, para estos negocios y para cualquier cosa en la vida, lo preocupante es que las usan para inyectarle a los prospectos y socios nuevos un sentido de urgencia tremendo que los hace creer que realmente pueden y necesitan ganar millones en pocos meses. Para los que nunca han tenido una empresa es muy fácil creer esto (yo lo hice hace 25 años), pero actualmente y, después de acumular experiencias buenas y malas como emprendedor, puedo decir que todo lo que prometen los multiniveles es engañoso, muy deseable, requeté fascinante, pero, casi imposible. Las probabilidades de éxito son prácticamente las mismas que en cualquier otro modelo comercial (alrededor del 5%).

Para mí, esto fue muy duro de aceptar, por la desilusión y todas las personas a las que invité. Lo incómodo son los argumentos que manejan (manejábamos) para convencer a la gente porque van en contra de lo que realmente sucede en una empresa exitosa. Por supuesto que puedes lograr todo lo que te prometen, pero no tan rápido ni fácil, necesitas dedicarle mucho tiempo, paciencia, disciplina y perseverancia. Esto es un maratón no los 100 metros libres. Pero antes de eso te lo advierto de nuevo: no hagas nunca negocio alguno sólo por dinero, por más atractivo que sea el plan financiero que te presenten. Antes de eso debes saber qué quieres de la vida y sincronizarlo con la empresa que te gustaría tener; poner toda tu pasión, amor, entusiasmo y que la ilusión de tu sueño te llene de energía cada día porque tendrás que hacer muchas cosas que quizá no te agraden, como vender, por ejemplo. La capacitación es crucial también, aprender a ser empresario no es algo de pocas semanas, requiere –otra vez- tiempo y dedicación. Para mí, lo más difícil ha sido la formación como líder, elegir correctamente a tus colaboradores y ser su maestro y mentor. En resumen, cualquier empresa, proyecto comercial o idea de negocio, sin importar su tamaño, modelo de ingresos, giro o ubicación requiere lo mismo para tener éxito. Cuando yo entré a aquel multinivel, lo hice ilusionado en ganar mucho dinero en poco tiempo y sin esforzarme, así me lo vendieron y me la creí completita. Hoy ya te puedo asegurar una cosa: los negocios milagro no existen.

¿Qué conseguí?, amigos y mucho aprendizaje, está lindo, pero no entré a eso, yo quería hacerme millonario en un año y no lo logré, sacrifiqué lo que realmente me gustaba por ese espejismo, creí que haciendo ese paréntesis podría, más adelante, hacer lo que realmente quería. ¿Perdí mi tiempo?, tal vez, porque no obtuve lo que quería, pero no también porque obtuve beneficios colaterales. Espero que a mi amigo le vaya bien y obtenga lo que busca, que sea parte de ese 5% exitoso y que logre lo que no pudimos ni mis “uplines” (los que me invitaron), ni mis “downlines” (los que yo invité) ni yo. Platicar con él me regresó a un momento clave en mi paso por el multinivel, cuando otro amigo (empresario y cliente de mi despacho de diseño en ese entonces) al que invité, al finalizar mi presentación me contestó: “Gus, gracias, pero no me interesa y más bien te quiero preguntar algo, ¿por qué no todas las ganas que le pones a esto se lo dedicas a tu negocio de diseño?, estoy seguro que te iría mucho mejor y además es lo tuyo ¿no?”.

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El hubiera sí existe http://engordandolavaca.com/el-hubiera-si-existe/ Mon, 07 Aug 2017 12:03:40 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1147 Empiezo con una historia, y estoy seguro que todos tienen una parecida, hace más de 25 años conocí a una repostera que hacía, según yo, los bocadillos, el pay de queso y los pasteles más deliciosos de la ciudad, no le pedía nada a nadie, era una maravilla. En ese entonces el mercado de la […]

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Empiezo con una historia, y estoy seguro que todos tienen una parecida, hace más de 25 años conocí a una repostera que hacía, según yo, los bocadillos, el pay de queso y los pasteles más deliciosos de la ciudad, no le pedía nada a nadie, era una maravilla. En ese entonces el mercado de la repostería estaba muy repartido y no había una marca que sobresaliera sobre las demás, ya existía por supuesto la que hoy se podría considerar la líder (por mucho), una que empieza con “t” y acaba con “a” y que, entre muchas, tiene una tienda en el aeropuerto que ha repartido su rosca brioche por todo el país. Pero en aquellos días la cosa estaba muy pareja, eran incluso casi vecinas y ahí estaban al tú por tú semana a semana. ¿Qué pasó?, mi pastelera sigue haciendo las mismas maravillas, en la cocina de su casa, y la otra es un emporio con más de 40 sucursales. ¿Qué pasó?, no lo sé, puedo conjeturar que cada una tuvo una visión diferente de su negocio (aunque las dos eran excelentes), o que una le sacó más provecho a su circunstancia, o que una se arriesgó más que la otra, o que pasaron por diferentes situaciones personales y familiares; es difícil saber. Hoy sigo pensando que mi repostera es mejor.

Esta historia me hace reflexionar sobre “el hubiera”. Pensar hoy en lo que pudiste haber hecho mejor ayer es muy fácil, nada más hay que recordar los errores, omisiones, aciertos y dudas para darte cuenta. Te encantaría regresar el tiempo y hacerlo de otra manera. Muchos dicen que es una pérdida de tiempo torturarte con el “si yo hubiera…”, y lo es si no aceptas que tomaste la mejor decisión en ese momento y aprendes del resultado de las mismas, porque todo es relativo y conceptos como “mejor” o “peor” podrían encabezar la lista de esta relatividad porque “depende”. Después de mucho pensarlo creo que el problema es que hay una desincronización entre tu yo actual y el del futuro, ¿por qué?, no lo sé, cada quien tendrá sus razones; puede ser que no te la creas, lo ves fantasioso y no como una visión o una premonición, te hacen o auto haces “bullying”, qué sé yo. La cuestión es que hay un estancamiento que no permite poner de acuerdo a tu futuro con el presente.

La solución es muy sencilla y obvia: ponerlos en sincronía, aunque es probable que tu yo del futuro no exista o esté muy escondido, por muchas razones, pero pensemos que es simplemente porque no has querido, si es así, entonces el primer problema que tiene es diseñar ese personaje futurista. Para los que nos cuesta trabajo esta visualización son los consejos de “piensa en grande”, “sigue tus sueños”, “cree en ti”, el objetivo es que tu yo actual se visualice como el yo exitoso y realizado del futuro (lo que esto signifique para ti). Es un ejercicio trascendental con una gran dosis de imaginación, ambición y diversión; las preguntas clave son (se las pido prestadas a Vishen Lakhiani y otro día escribo un artículo sobre éstas): “¿qué experiencias quiero vivir?”, “¿en qué persona me debo convertir?” y “¿cómo contribuyo al mundo?”, simple, y partiendo de ahí enfocar toda tu energía y capacidad en vivir esa vida, ser esa persona y compartir tu magia.

Al mismo tiempo y en este contexto, contar con un mentor puede ser la diferencia. Ellos ya están o estuvieron donde tú quieres estar, ya caminaron el camino y saben cómo llegar; pero más importante aún es que ellos si pueden ver tu futuro, y si dicen que puedes llegar es porque realmente lo saben. La frase que desarma cualquier obstáculo es: “si tú vieras lo que veo en ti”, y continúan: “no estarías desperdiciando tu tiempo con tantas distracciones y pretextos que te tienen amarrado”. Son personas que ya fueron y regresaron más de una vez a ese lugar soñado y te dicen que los sigas, que les hagas caso porque tienen la certeza de que puedes llegar.

Para terminar, pienso que analizar hoy en día cualquier caso de éxito o fracaso es muy fácil porque sólo basta hacer un recuento del camino recorrido y podríamos creer que, con tan sólo repetir el proceso, nosotros mismos tendríamos el mismo resultado, y en parte es verdad, por eso vamos a la escuela o nos capacitamos, queremos aprender en cabeza ajena porque es más fácil ver los errores de otros que los propios. Para mí, hoy, sería muy sencillo (y cruel) sentarme con mi pastelera y decirle “hubieras hecho esto o lo otro” con toda la ventaja que me da verlo desde la comodidad de la actualidad. Los “hubiera” de mañana están ocurriendo hoy, el reto es identificarlos y hacer algo al respecto. Tomando como referencia las tres preguntas ya mencionadas y tu propio potencial surge la cuestión crucial: ¿Qué harías hoy para que no haya “hubieras” mañana?

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Tan bueno que se venda solo http://engordandolavaca.com/bueno-se-venda/ Wed, 12 Jul 2017 13:13:30 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1135 Este ha sido el mejor consejo sobre ventas que he recibido, y me lo dio una persona que, irónicamente, no se considera a sí misma una gran vendedora. La frase encierra una tremenda sabiduría, es sencilla y poderosa y me gustó tanto que me motivó a escribir este artículo en el que me contestaré dos […]

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Este ha sido el mejor consejo sobre ventas que he recibido, y me lo dio una persona que, irónicamente, no se considera a sí misma una gran vendedora. La frase encierra una tremenda sabiduría, es sencilla y poderosa y me gustó tanto que me motivó a escribir este artículo en el que me contestaré dos preguntas: ¿cómo puede algo o alguien llegar a ser tan bueno que…?, ¿debido a esto, pueda provocar que su producto, persona o propuesta se venda sola?

 

El tema de fondo son las ventas claro, mi experiencia en éstas comenzó antes de terminar mis estudios universitarios y se intensificó cuando decidí trabajar por mi cuenta desde mis veintitantos años. He tomado varios cursos y recibido capacitación de personas muy exitosas en este campo; asimilé rápido la teoría (prospección, contacto, reunión, seguimiento y cierre) y entendí pronto que un buen vendedor escucha a su cliente, no les vende a todos, planea, es un buen comunicador, confiable, siempre se mantiene en contacto, vende sólo lo que él mismo usa, quiere y conoce a la perfección y, sabe que la perseverancia combinada con osadía rinde frutos. Sin embargo y a pesar de todos estos fundamentos, también aprendí que las ventas no están exentas de frustraciones, infinidad de “no quiero” y planes fallidos. Es en este contexto donde la frase que titula este artículo captó mi atención ya que lanza la premisa de que mi producto se pueda vender sin que yo haga esfuerzo alguno. Interesante pero difícil de creer, veamos cómo se puede hacer.

 

Tan bueno…

En otras palabras, fascinante, y para entenderlo mejor vamos a personalizarlo y pensemos en alguien que por su carisma y encanto te atraiga sobremanera. Muchas cosas pueden provocar esto, pero para mí hay dos factores en particular, primero, que sabe lo que quiere y lo que no en la vida, y segundo, que pone toda su energía en conseguirlo sin importar los obstáculos. Esto de tener clarito su “por qué” le da una seguridad pasmosa, envidiable y encantadora, y sin proponérselo se convierte en la inspiración, el ejemplo y la guía de mucha gente. Ya sabemos que el sueño genera energía y por eso, a esta persona no le alcanza la vida para hacerlos realidad, 24 horas son insuficientes cada día y quisiera, además, que pasaran muy lentamente.

 

Que se venda solo…

El encanto de este personaje provoca que tenga infinidad de seguidores (o clientes) que no paran de decirle a todo el que pueden, lo maravilloso que es, y lo hacen sincera, desinteresada y espontáneamente todo el tiempo y por todos los medios posibles. Siguen y comparten como suyos cada nuevo logro, frase célebre, publicación en redes o idea de negocio. Este fenómeno social de comunicación se puede resumir en una sola palabra: recomendación, lo que los mercadólogos llaman “publicidad de boca en boca”. La forma más barata, efectiva y antigua de promover algo o a alguien.

 

Bien, ahora cambio la persona por una empresa o producto y, como emprendedor, entiendo perfectamente el significado de la frase. Empiezo por definir lo fundamental: quién soy, qué quiero y hacia dónde voy, y luego me lanzo al mercado y al mundo con una propuesta trascedente, auténtica, extraordinaria, honesta, fascinante y divertida, pero no para todos o cualquiera sino para los que se identifiquen con mi sueño, mis valores y visión de vida. Estas personas estarán tan encantadas e identificadas con mi proyecto que no dudarán en recomendarme, aunque yo no sé los pida. Claro que la recomendación se puede sistematizar, para tener cierto control, pero todo es mucho más fácil cuando mis recursos y tiempo los invierto primero en diseñar y construir una empresa exquisita, en vez de, por ejemplo, gastar miles de pesos en publicidad en un proyecto incompleto, indefinido o mediocre; puede incluso salir contraproducente, ya que es una puerta de doble entrada que permite el paso de los que recomiendan y de los que disuaden.

 

Artistas, rockstars, deportistas, líderes sociales, empresarios, exploradores, inventores, políticos, militares…, todos vendedores exitosos con un carisma abrumador que inspira, arrolla y atrae, muchas veces sin buscarlo y sólo con el poder de su sueño y su ejemplo.

 

En conclusión, sí puedo lograr que mi producto se venda solo de tan bueno que es, sólo que una propuesta así requiere bastante trabajo, que debe quedar listo mucho antes de empezar mi lista de prospectos. Tengo que invertir tiempo en mí y en mi proyecto, para que cuando llegue el momento de vender sea con base a una estrategia que buscará, básicamente, atraer a las personas que están esperando una propuesta como la mía y dejar que la magia de mi idea de negocio trabaje sola y enamore a la gente.

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Show me the money http://engordandolavaca.com/show-me-the-money/ Mon, 19 Jun 2017 12:56:54 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1105 En el sistema económico en el que vivimos el dinero juega un papel muy importante porque es la principal herramienta que usamos para el intercambio de productos; casi para todo se necesita dinero, de ahí que desarrollar nuestro talento para ganarlo sea una actividad en la que empleemos mucho tiempo y esfuerzo, sin olvidar que […]

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En el sistema económico en el que vivimos el dinero juega un papel muy importante porque es la principal herramienta que usamos para el intercambio de productos; casi para todo se necesita dinero, de ahí que desarrollar nuestro talento para ganarlo sea una actividad en la que empleemos mucho tiempo y esfuerzo, sin olvidar que el dinero en sí no es valioso (sólo papel, tinta y metal) sino nuestra capacidad y habilidad de ganarlo o acumularlo.

 

Descartando cualquier actividad ilegal o deshonesta, existen básicamente seis formas de ganar dinero, aplicables a cualquier profesión, oficio o giro de negocio. Conocerlas fue para mí vital porque, unas más que otras, me acercan a mi libertad financiera, así como porque cada una requiere ciertos gustos, habilidades y conocimientos con mayor o menor afinidad a mi personalidad y estilo de vida deseado. Ninguna es mejor o peor, sólo elige la o las que te gusten más.

 

Regalo.

Esta es la opción con menos probabilidades de suceder y por eso empiezo con ella. Aquí entra cualquier evento fortuito pero muy afortunado como, una herencia, el premio mayor, un maletín abandonado lleno de dinero, un tesoro escondido en el patio de tu casa y cosas por el estilo. No es que nunca sucedan, pero tomarlas como una opción seria de ingreso te puede generar gran frustración porque, bueno, no tienes control sobre ellas, son imprevistas, aunque existen y por eso las menciono.

 

Empleado.

La más común de todas por su fácil acceso, alta demanda y la más recomendada también para principiantes. Aquí intercambias tu tiempo (ciertas horas al día) por una cantidad fija de dinero y tu compromiso de seguir fielmente las instrucciones de tu empleador; normalmente tu ingreso será del tamaño de tus responsabilidades y del nivel de eficiencia en la realización de las mismas, de ahí que haya empleos que pagan desde el salario mínimo hasta cantidades muy muy grandes. Esta opción la eliges porque te gusta la seguridad de un horario y un ingreso fijo y seguro, además de las prestaciones, la filosofía de la empresa, el trabajo en equipo y el estilo de liderazgo de los jefes.

 

Auto empleado.

Idéntica a la anterior salvo por unos detalles: eres tu propio jefe, no hay horario ni prestaciones, eres todólogo y no tienes ingresos seguros. Te gusta porque crees tener un poco más de libertad, aunque a veces, sobre todo cuando las ventas andan bajas, el flujo de efectivo puede ser escaso. Hay que ser honestos con esta opción porque sigues siendo empleado, con algo de flexibilidad, pero también con mayores exigencias porque, además de producir, tienes que vender, llevar la contabilidad, hacer las compras, entregar los pedidos y limpiar la oficina.

 

Empresario.

El siguiente paso esperado después del auto empleo es una empresa, es decir, armar un equipo de trabajo alrededor de una idea de negocio en la que tú eres el líder. A todas las características del auto empleo ahora súmale que tienes que cumplir todas las responsabilidades del empleador (¿recuerdas por qué te gustaba ser empleado?) sin la certeza de que un ingreso para ti o un horario fijo. Tú llevas toda la responsabilidad del éxito de tu negocio y claro, las recompensas también, monetarias y personales, porque una empresa te da la oportunidad de influir positivamente en la vida de mucha gente, empezando por tus colaboradores.

 

Inversionista.

En lo que te puedes convertir si llegas a acumular una cantidad grande de dinero y quieres aumentarla aún más. Puede ser, por ejemplo, poniendo parte de éste en las empresas o ideas de otros, en bienes raíces, instrumentos financieros, créditos o arte, por mencionar algunos. Buscarás esos proyectos o propuestas que te inspiren, te gusten y con altas probabilidades de éxito, tendrás que desarrollar ese instinto para identificar la oportunidad donde los demás no y quizá también, convertirte en “coach” de negocios, es decir, un mentor que, además de dinero, invierte su tiempo, experiencia y cariño en los negocios de otros.

 

 

 

Regalías.

Es el pago que recibes como creador o inventor de algo a cambio de que otra persona o empresa use o explote comercialmente tu creación, y esto de manera indefinida e incluso más allá de tu muerte, o sea, tus herederos. Las regalías más comunes son por derechos de autor, patentes, marcas y “know how”, por ejemplo: un libro, una pieza musical, una película, una marca comercial o una franquicia. En otras palabras, creas algo maravilloso que todo mundo quiere comprar o usar una y otra vez durante mucho tiempo, haces un contrato para que alguien más se encargue de comercializarlo a cambio de un porcentaje de las ventas, te vas a tu casa (o adonde quieras), y cada cierto tiempo te llega un cheque por concepto de las regalías. Si quisieras y según el monto de las mismas, podrías no volver a crear algo o trabajar en toda tu vida.

 

Pues ya está, tienes el panorama completo y ahora entenderás sin problema el famoso refrán que dice: “No pongas todos los huevos en una misma canasta”. La idea es diversificar tus ingresos porque tienes la posibilidad de aplicar simultáneamente más de una forma de ganar dinero; puedes, por ejemplo, tener un empleo y empezar una empresa o escribir ese libro que tienes en mente o hacer proyectos por tu cuenta. Ahora bien, tampoco te aloques y quieras empezar varias al mismo tiempo, ve de una en una; por ejemplo, quizá hoy ya tengas un buen empleo que te genere un excedente que podrías ahorrar para más adelante comprar otra casa o un terreno, o como empresario te está yendo muy bien y tus ingresos te permiten invertir en otra empresa. Lo importante en este momento es que ya las conoces y te servirán para hacer un plan de ingresos multifacético y rentable, y no olvides divertirte porque no todo en la vida es dinero y tener más de una fuente de ingresos sirve para aumentar tu cuenta bancaria pero también para darle más emoción y frescura a tu vida.

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De puñetazos, hamburguesas y golazos http://engordandolavaca.com/punetazos-hamburguesas-golazos/ Thu, 04 May 2017 12:01:12 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1052 Esta idea surgió en uno de esos momentos mañaneros somnolientos que ya les platiqué, una radical y liberadora que asaltó mi mente de pronto: “yo puedo ser lo que yo quiera, a pesar de mis talentos y por el puro gusto de serlo”. Parecía simple, obvia, hasta cliché, pero la jiribilla estuvo en: “a pesar […]

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Esta idea surgió en uno de esos momentos mañaneros somnolientos que ya les platiqué, una radical y liberadora que asaltó mi mente de pronto: “yo puedo ser lo que yo quiera, a pesar de mis talentos y por el puro gusto de serlo”. Parecía simple, obvia, hasta cliché, pero la jiribilla estuvo en: “a pesar de mis talentos”, y para desmenuzarla menciono las tres historias que rondaban por mi cabeza esos días.

“El talento no existe”.

La frase no es mía sino del campeón de artes marciales mixtas de origen irlandés Conor McGregor y la menciona dentro de la siguiente cita: “No hay talento aquí, esto es trabajo duro. Esto es una obsesión. El talento no existe, todos los humanos somos iguales. Puedes ser quien quieras ser siempre y cuando le inviertas el tiempo necesario. Llegarás a la cima, eso es todo. No soy talentoso, soy obsesivo”.

“La persistencia y la determinación son omnipotentes”.

Esta es del señor Ray Kroc, creador de la franquicia McDonald’s: “Nada en este mundo puede sustituir a la perseverancia. El talento no lo hará: nada es más común que los hombres fracasados con talento. El genio no lo hará: el genio sin recompensa es algo tan frecuente. La educación no lo hará: el mundo está lleno de tontos con educación. La perseverancia y la determinación son omnipotentes”.

“Messi es un perro”.

El título de un artículo escrito por Hernán Casciari del que tomo fragmentos: “Se lo ve como en trance, hipnotizado; solamente desea la pelota dentro del arco contrario, no le importa el deporte ni el resultado ni la legislación. Hay que mirarle bien los ojos para comprender esto: los pone estrábicos, como si le costara leer un subtítulo; enfoca el balón y no lo pierde de vista ni, aunque lo apuñalen. ¿Dónde había visto yo esa mirada antes? ¿En quién? Me resultaba conocido ese gesto de introspección desmedida. Dejé el video en pausa. Hice zoom en sus ojos. Y entonces lo recordé: eran los ojos de Totín, mi perro, cuando perdía la razón por su esponja naranja”.

 

Varias sensaciones me llegaron cuando apareció esta idea en mi mente. La primera fue alivio, me sentí liberado; luego vino el reto, porque me dejó sin pretextos, mi destino está en mis manos, lo único que necesito es trabajo y tiempo. Si, ya sé, yo mismo durante años he sido promotor del talento y la vocación como medios para la realización personal, pero está claro que el talento no basta e incluso a veces estorba. ¿Por qué?, porque simplemente no te gusta. ¿Y entonces dónde queda el talento?

 

Según la Real Academia de la Lengua Española, “talento” significa “capacidad para el desempeño de algo”, de esta manera, todos somos talentosos porque todos tenemos las mismas capacidades (punto para McGregor y luego hablamos de las llamadas “capacidades diferentes”). Quizá el problema de los talentos es que nos limitan y nos etiquetan muy pronto en la vida, y cuando vamos descubriendo nuestros gustos nos sentimos mal, como si nos traicionáramos. Lo ideal sería tomarle el gusto a algo que hacemos bien desde pequeños, como Messi. Poniéndome académico en términos de Planeación estratégica a esto se le llama “la misión”, según el E-Myth es “la promesa” y el objetivo es contestar preguntas tan simples como ¿qué haces?, ¿por qué?, ¿para quién?, ¿con qué?, pero lo curioso es que la única respuesta válida y honesta sería: “porque me gusta”. Del gusto nacen los sueños, de éstos la perseverancia, de ésta la obsesión y conforme pasa el tiempo te das cuenta que puedes ser o campeón del mundo o llevar tu empresa a todo el país o ganar toneladas de dinero o ayudar a miles de personas…, y todo empezó con un simple gusto ¿o fue por necesidad?

 

Esta pregunta viene al caso porque, por ejemplo, McGregor aprendió a pelear para defenderse de los “bullies” que no dejaban de burlarse de su físico (era chaparrito y flacucho), Kroc se apoderó y expandió MacDonald’s como un poseído porque a sus 52 años no se sentía exitoso y aborrecía la idea de jubilarse y tirar la toalla, y Messi era un pibe de 13 años muy hábil con el balón pero que por menudito requería un tratamiento especial de crecimiento que sólo el Barcelona aceptó pagárselo. Cada uno, en algún punto de su vida se encontró haciendo algo que les gustaba y para lo que eran muy buenos, las razones que los llevaron hasta ahí, ahorita las vemos con claridad, pero en su momento, todo era incertidumbre, miedo, coraje, ilusión, esperanza, enojo y, sobretodo, trabajo, mucho trabajo. Todos podemos ser lo que queramos, pero no todos estamos dispuestos a pagar el precio, y aquí es donde la perseverancia obsesiva hace a un lado al talento y nos podemos convertir en personajes legendarios. Como me decía mi profe de carpintería de la secundaria cuando le preguntaba hasta cuándo lijaba mi madera, “hasta que huela a ajo”. En serio, todos tenemos 24 horas al día, la diferencia está en cómo usamos ese tiempo, unos lo usan para desarrollar sus capacidades y otros para ver series en la televisión.

 

La tercera sensación que esa idea mañanera me provocó fue agradecimiento. En su momento no supe la razón, pero hoy sí y aquí me pongo un poco místico porque esto va más allá de nuestra comprensión, pero es vital explicarte el concepto. Mi tesis parte de que nadie sabe en realidad qué hacemos aquí, de dónde venimos y hacia dónde vamos, hay muchas teorías al respecto, pero son sólo eso; el punto es que ya estamos aquí y sin pedirlo, hemos recibido cuatro maravillosos regalos: la vida, un cuerpo, el pensamiento y el sentimiento, y lo menos que podemos hacer es sentirnos agradecidos por ello. Estoy completamente seguro que los personajes ya mencionados y muchos otros no tan famosos que me rodean, al despertar, lo primero que hacen es agradecer otro día más para hacer lo que les gusta y poner toda su energía en ello, esa es su manera de demostrar gratitud al autor (o autora) de tan valiosos obsequios.

 

Entonces, perseverancia, trabajo, obsesión, diversión y agradecimiento…, es una mezcla muy peculiar porque combina ingredientes aparentemente contradictorios, por un lado, tenemos la irreverencia del aventurero rebelde que cree firmemente en sí mismo y en la construcción de su propio destino y por otro, la serenidad del que se sabe infinitamente pequeño y fugaz en la inmensidad del universo y el tiempo, o sea, hay que divertirse y echarle ganas todo el tiempo porque en cualquier momento se acaba la fiesta.

 

Puedo ser lo que yo quiera, y como mi espíritu emprendedor no descansa, quiero que mi gusto sea también muy rentable para que me dé, además de mucha felicidad, libertad financiera, como a McGregor repartiendo puñetazos, a Kroc vendiendo hamburguesas y a Messi metiendo golazos…, no suena mal.

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10 sabios consejos para tu desastre financiero http://engordandolavaca.com/10-sabios-consejos-desastre-financiero/ Thu, 13 Apr 2017 12:51:59 +0000 http://engordandolavaca.com/?p=1029 He mejorado mucho, sobre todo los últimos siete años, pero después de tantos errores y desarrollar una gran facilidad para meterme en problemas, llegué a ser un excelente ejemplo de lo que no debes hacer con tus finanzas personales. Así que, sin más preámbulos, si lo que quieres es destrozar tu economía, sigue al pie […]

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He mejorado mucho, sobre todo los últimos siete años, pero después de tantos errores y desarrollar una gran facilidad para meterme en problemas, llegué a ser un excelente ejemplo de lo que no debes hacer con tus finanzas personales. Así que, sin más preámbulos, si lo que quieres es destrozar tu economía, sigue al pie de la letra los siguientes diez consejos de un experto en la materia.

 

UNO. Gasta más de lo que ganas.

Este el principio básico de la ruina en cualquier ámbito, al mismo tiempo que subes tus gastos sin aumentar tus ingresos. Olvídate de la frugalidad y despilfarra tu dinero (y el de otros) sin límite, lleva un estilo de vida que no te puedes pagar y disfrútalo sin culpa.

 

DOS. No hagas un plan o un presupuesto.

Este es bueno porque al ritmo de “sólo se vive una vez” nunca te preocupes por el futuro, tú gasta sin control ni planeación, dinero que recibas úsalo en lo primero que se te ocurra. Revuelve todo tu dinero, jamás lo dividas en sobrecitos para separar tus pagos y no te olvides de meter dinero bueno al malo, o sea, más revoltijo, déjate llevar por tus impulsos y de verdad, no te preocupes de nada, ni del presente ni del mañana.

 

TRES. Vive eternamente endeudado.

Aquí lo importante es pedir prestado en todos los lados y a cualquier persona, claro, tú les jurarás o firmarás devolver el dinero, pero ni se te ocurra cumplirlo. Es importante que aceptes u obtengas todas las tarjetas de crédito que puedas, ya sean bancarias o de tiendas departamentales y paga siempre el mínimo hasta que las lleves al tope, cuando pase esto cambia de tarjeta u obtén otra. Por nada en el mundo seas “totalero”, esos que liquidan sus tarjetas cada mes porque entonces no generarás intereses e intereses sobre los intereses. No compres de contado para obtener mejor precio y no deber, al contrario, saca todo a “meses sin intereses”, y, muy importante, siempre tapa un hoyo (deudas) haciendo otro más grande con más préstamos para pagar las deudas anteriores.

 

CUATRO. Primero la diversión, luego los gastos, a veces las deudas y nunca el ahorro.

En cuanto recibas dinero, lo primero que debes hacer es consentirte y gastarlo en pura cosa divertida, como viajes, fiestas, comidas, conciertos y demás, trabajaste muy duro y te mereces muchos premios. De lo que quede, paga como puedas los gastos, si no te alcanza completa con un préstamo o un tarjetazo, si sobra paga las deudas más urgentes (las tarjetas, claro, para que puedas seguir usándolas) y no te preocupes de ahorrar, la vida es muy corta para eso, ya luego verás cómo resolver cualquier emergencia que se presente.

 

CINCO. No leas estos libros.

“El hombre más rico de Babilonia” de George S. Clason, “Pequeño cerdo capitalista” de Sofía Macías, “Padre rico padre pobre” de Robert T. Kiosaki, “Maneja tu dinero para dummies” de Roberto Morán, “Cómo ganar amigos e influir en las personas” de Dale Carnegie, “El plan de la calabaza” de Mike Michalowicz, “El mito del emprendedor” de Michael Gerber, “Las aventuras de Johnny Bunko” de Daniel H. Pink, “El vendedor más grande del mundo” de Og Mandino, “Piense y hágase rico” de Napoleón Hill, “El código del dinero” de Raimon Samsó, y próximamente, “Depende de tí” de Maru Medina.

 

SEIS. No le hagas caso a tu contador, es más, no tengas contador.

En México la ley fiscal es algo compleja, eso te da el pretexto perfecto para ignorarla, así que lo más fácil es no preocuparte por cualquier cosa que te pida tu contador ni mucho menos por pagar tus impuestos, y si puedes evitarte el gasto de contratar uno, mucho mejor. Hazlo tú mismo si quieres, pero mejor ignora todo, los requerimientos, las multas, los avisos de tu contador y del SAT.

 

SIETE. Nunca inviertas.

Ni en ti, ni en bienes raíces, ni en la Bolsa, ni en valores, ni en divisas, ni en oro, ni en nada de nada. Si te vas a endeudar que no sea para invertir en algún activo que te genere más ingresos y que te puedan asegurar un retiro cómodo y rentable, al contrario, hazlo en puros pasivos, esos que no te benefician en nada y se comen tu dinero lentamente. Si después de todo lo anterior, por alguna extraña razón acumularas un capital interesante, no lo inviertas en nada, gástatelo lo más rápido posible y en algo que no genere más riqueza, valor o crecimiento a tu vida, a tu negocio o a tu empleo.

 

OCHO. Da fiado y regala tu trabajo.

No valores tus productos o servicios, acepta y empieza proyectos sin anticipo, entrega mercancía sin previo pago, financia a tus clientes y tárdate en cobrarles. Acepta que te regateen, da descuentos por debajo de tu margen de utilidad y tu costo, que no te firmen de recibido ni el producto ni las facturas ni nada, aguanta todo lo que puedas, e incluso usa el dinero de los clientes que si te pagan para atender a los que no.

 

NUEVE. Obsesiónate por el dinero.

No busques tu realización personal ni algo que te haga feliz agregando valor a la vida de las personas, nada de eso, tú ve por el dinero y sólo por eso. Dicen que lo mejor de la vida es gratis pero no lo creas, por eso necesitas mucho dinero y enfócate en cualquier actividad que te de la mayor cantidad posible de dinero con el menor tiempo y esfuerzo posible. Esto incluye por supuesto, aumentar tus deudas, embaucar a quien se deje y cualquier negocio de dudosa ética que se cruce por tu camino.

 

DIEZ. No diversifiques tus ingresos.

Aunque tengas la oportunidad, el talento, el tiempo, la necesidad, los recursos y la capacidad, nunca pienses en tener más una forma de ganar dinero. Nada de emprender en un negocio propio o invertir en bienes raíces o en una franquicia o en buscar otro empleo, quédate cómo estás, no diversifiques tus entradas y cuando tengas el dinero y las ganas de hacerlo, rápidamente gástatelo en cualquier cosa, de preferencia en algo que no te genere beneficio económico a ningún plazo.

 

Sigue estos sabios consejos y tus finanzas personales colapsarán inevitablemente, no te garantizo resultados en un período de tiempo específico, eso depende de qué tanto te apliques, pero yo calculo que en el primer mes verás avances notables para que, muy probablemente, en el transcurso de los siguientes seis meses logres el objetivo de estar completamente quebrado y boletinado en todas partes.

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