Desafortunadamente, todo tiene que pasar por manos humanas, y a pesar de que hay un protocolo, un proceso y ciertos parámetros, no todos interpretan los mismos de la misma manera, y es por eso que hay veces que la aseguradora sí te cubre un percance, y hay veces que dicen que no te lo van a cubrir… sin embargo, cuando uno insiste y le rasca un poco más de lo normal, es cuando muchas veces se puede esclarecer la interpretación errónea y según los lineamientos sí te deben de cubrir dicho percance. Si bien en mi práctica profesional como asesor en seguros; pero también como asegurado, he vivido el infortunio de caer en manos de prácticas dudosas o por decirlo así, incongruentes o incompletas.
Lo que aprendí de mi experiencia como asegurada afectada, fue que nunca debes quedarte satisfecha ante una negativa de parte de la aseguradora, ya que, buscando las preguntas correctas, se puede llegar a que te cubran la mayoría de las averías de tu percance.
Si hablamos de un accidente automotriz, me ha tocado escuchar que ciertas partes del vehículo no quedan cubiertas debido a que: “no tienen que ver con el accidente” o bien, “se dañó por el uso”, aquí cabe señalar, que es importante tener un historial de tu auto: cuándo fue la última vez que le diste mantenimiento, si siempre lo llevas al mismo taller, qué le has reparado; esto con el fin de tener un historial claro que en un momento dado sea un soporte de las condiciones de tu auto antes del accidente, y por su puesto el ingrediente más importante, que seas honesto y no quieras pasarte “de lanza”.
Recordemos que un contrato de seguro, es un contrato “de buena Fe” y esto aplica tanto para ti como usuario, como para la Aseguradora a la hora de atenderte, por lo que debes tener eso siempre en cuenta.
Y como les mencioné anteriormente, todo radica en la persona que te está atendiendo y si tiene la voluntad de servir y buena voluntad, porque si no es así, te dejo la pregunta más poderosa que puedes hacerle al ingeniero que te dé el diagnostico final de tu auto ante el representante de la aseguradora:
¿pudo haber sido el daño provocado por el accidente? Y si te dicen que no, pide que te lo compruebe. De no podértelo comprobar, tienes todos los elementos para exigir que te reparen el daño. Recordemos que existe la instancia de la CONDUSEF (Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) en donde en caso necesario podrás acudir para conciliar inconformidades con la aseguradora.
“No hay cosa por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana”.