En los negocios estamos acostumbrados a tomar nuestras decisiones con base a la confianza que podemos sentir por una persona, un grupo de personas o en un determinado proyecto. Pero en realidad que es lo que nos inspira confianza?
Nuestra deseo para entrar en una negociación se activa de dos maneras: la primera cuando tenemos una visión de lo que podemos lograr con la negociación y lo que puede aportar a nuestra vida ese nuevo reto. O bien, la segunda; nuestra preocupación de si es posible, viable o que tan sólido puede ser ese nuevo reto y que costos nuevos pueden representar en nuestras vidas.

Estas dos inquietudes nos abren un nuevo panorama, de cómo puede ser nuestro nuevo lugar en el mundo de las negociaciones, que trae a su vez nuevas esperanzas al igual que nuevas inquietudes de lo incierto. Lo que no tomamos muchas veces en cuenta, es porque a veces nos sentimos mas confiados en un proyecto y a veces nos sentimos menos confiados en otros. Es por ello que les invito a hacer las siguientes preguntas:

1. ¿Es la persona o las personas con las que voy a iniciar este proyecto, puntual o cumplida hasta este momento?

2. ¿Es o son claras al hablar?

3. ¿Es o son coherentes con lo que piensan, dicen y hacen?

4. ¿Tiene o tienen experiencia en el tema?

5. ¿Tiene o tienen conocimiento/capacidad en el proyecto?

6. ¿Tiene o tienen la autoridad para ejecutar las decisiones acordadas en la negociación?

Las preguntas 1 al 3 tienen que ver con la confianza de Honestidad/Sinceridad.

Las preguntas 4 al 6 tienen que ver con la confianza de Competencia/Capacidad.

Muchas veces nos sentimos confundidos por que sentimos que algo está mal o que algo no me late de la negociación.

¿Te has sentido así alguna vez?

Como coach ontológico certificado y coach de negocios acreditado, te comparto la siguiente distinción que te puede ser de utilidad a la hora de preguntarte

¿Qué es lo que no me late de esta negociación?

Primero distinguir la confianza de honestidad y sinceridad:
esto quiere decir que analices que sientes y percibes por la persona o grupo de personas con las que estas tratando. Hazte las preguntas 1 al 3, contesta con sinceridad. Si en alguna tienes un “no” de respuesta, ya sabes que tu confianza de honestidad/sinceridad no está al 100%.
Segundo distinguir la confianza de la competencia y capacidad:
Esto quiere decir que debes basarte en la información y las referencias que tienes sobre la persona o grupo de personas de su experiencia, sus resultados, el conocimiento que tienen sobre su labor; ya sea un servicio de asesoramiento o bien conocimiento de su producto; en pocas palabras su capacidad de actuar en base a sus conocimientos, experiencias y si tienen la autoridad o credenciales para llevarlo a cabo. Hazte las preguntas del 4 al 6.
La importancia de poder distinguir ambas confianzas, te permite observar de una manera distinta las condiciones de la negociación, ya que puedes ver con claridad si están presentes los factores de la honestidad y la capacidad, o bien si hay alguno ausente que te permita determinar el porque es mejor reiniciar una negociación o simplemente cambiar las condiciones de la misma.

“Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran” Voltaire.